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LLORÉ SU PENA

 

Cuando me dejaste,

 

Lloré su pena.

 

Pero ya me he quedado,

 

Sin semillas para la tierra.

 

Me quedó un corazón que late,

 

Por ti,

 

Por mí,

 

Por aquella guerra.

 

Por la luna,

 

Por las estrellas.

 

En la oscuridad

 

Y en la niebla.

 

Y ahora,

 

Que estoy sin ti,

 

Sin mí,

 

Y sin guerra.

 

Recuerdo todo lo vivido,

 

Aunque el recuerdo me hiera.

 

Pondré una flor sobre aquella fecha.

 

Por el amor que sintió,

 

Tú calma,

 

Y mi espera.

 

TRISTES LOS DÍAS

 

Tristes los días que se van,

 

Y las noches que se quedan.

 

Así, a la luz de las luciérnagas,

 

Mi corazón busca el reposo;

 

Sin más voz que el silencio,

 

Sin más palabra que el espacio.

A TI

 

A ti, que no sabes quien soy,

 

Por eso tomas por timón mis manos.

 

Ahora que no tengo rumbo,

 

Ahora que no tengo mar;

 

Todo se lo llevó el aire,

 

Y me dejó con lo puesto.

 

GARZA DE NIEVE

 

Eres garza de nieve,

 

Cuando pasas por mi lado.

 

Levantas las alas,

 

Y vuelas, casi planeando.

 

Cerca de mi cabeza,

 

Para que todos queden mirando.

 

Así, por encima de mí,

 

Divisas el horizonte perdido,

 

El sol adormecido,

 

Las alondras haciendo su nido.

 

Exuberante garza,

 

Sobre la torre de ladrillos viejos.

 

Ahí tienes tu casa,

 

Tu refugio,

 

Tu abrigo.

 

Pero no es mejor volar,

 

Que tener los pies en el suelo.

 

Para poder divisar, desde abajo,

 

Las perspectivas diferentes,

 

De lo que tu estás viendo.

 

Cuando seamos viejos,

 

Yo tendré los pies en el suelo,

 

Y tú te tendrás que conformar

 

Con ver,

 

Desde la torre,

 

El pueblo.

 
 

PENSAMIENTOS LILAS

 

Sé que un día cuando despierte,

 

No estará tu sonrisa esperándome.

 

Tendré que pasear sola por la gran avenida,

 

Y los pensamientos lilas regocijarse del frío,

 

Y mi mano taponando la herida.

 

Veré como te paseas feliz y sonriente,

 

De la mano una voz,

 

Una mirada,

 

Y una vida.

 

Yo lloraré tu alegría,

 

En silencio y despacio

 

Forjaré mi partida.

 

Con la maleta en la mano,

 

Y mí mirada perdida.

 

Iré lenta caminando,

 

Con el pasaje de ida,

 

O, quizás, me quede sentada en un banco

 

Esperando,

 

Ver pasar los pensamientos lilas.

 

PENSAMIENTO 31

 

Habrá que decidir las horas vividas,

 

Las noches eternas.

 

Este reloj de arena,

 

Silueta perfecta para contar la vida.

 

Sobre los ojos, paz,

 

Sobre las manos, guerra.

 

Exprimir los días como una naranja,

 

Apretando fuerte,

 

Sin que nada se escape.

 

Poner a pasear el cuerpo

 

Fuera del mismo lugar.

 

Ese que nos aburre,

 

Ese que nos quema.

 

Entretener al tiempo para que no pase,

 

Para vivir siempre en los treinta,

 

Con zapatos cómodos

 

Y ropas modernas.

 

No porque tengamos años somos viejos,

 

La juventud interior es la que cuenta.

 

 PENSAMIENTO 44

 

Al escuchar el tic-tac,

 

Me recuerda la vida.

 

Control sobre todo.

 

Marcamos el tiempo,

 

El tiempo para amar,

 

Para odiar,

 

Para reír,

 

Para sentir,

 

Para llorar.

 

Tiempo para vivir,

 

Y tiempo para marchar.

 

No,

 

No tengo tiempo.

 

Voy con el tiempo justo.

 

Siempre limitados,

 

Mirando el reloj,

 

Distribuyendo cada parte del día.

 

Con el tiempo se olvida,

 

Con el tiempo nos hacemos viejos.

 

El tiempo nos da o quita la razón.

 

Siempre que hay tiempo,

 

Tenemos tiempo para pensar,

 

Tiempo para dar,

 

Tiempo para recibir.

 

El tiempo tiene tiempo,

 

Para mandar sobre el tiempo,

 

Que marca el tiempo,

 

De nuestra existencia.

TODO LO DEJÉ

 

Lo sé.

 

Cuando me marché lo dejé todo desordenado.

 

Los pensamientos,

 

Los sentimientos,

 

La casa…

 

Y hoy,

 

Que pongo todo el empeño,

 

En conquistar todo lo que dejé olvidado.

 

Las sillas,

 

Los cuadros.

 

Los lienzos a medio pintar,

 

La campana del campanario.

 

Ahora que tengo manos nuevas,

 

Para abrazar lo ya abrazado.

 

Una sonrisa puesta,

 

Unos ojos iluminados.

 

Todo lo que dejé atrás,

 

Aquello que me hizo tanto daño.

 

Aquellas noches de fuego,

 

Aquel viejo diario…

 

Lo sé.

 

Cuando me marché,

 

Lo dejé todo desordenado.